sábado, 12 de marzo de 2016

Capítulo 35: Cosas que no imaginas

Pasé unos minutos ahí sentado hasta que por la puerta apareció una chica, era castaña clara y con el pelo hondulado, podían apreciarse sus ojos verdes grandes, era una chica con curvas, iba en pantalones vaquero y una blusa, se sentó en la silla frente a mi.
-¿Estas bien?- dijo mirándome el ojo morado.
-Si, no te preocupes- dije sacando una sonrisa de medio lado.
-Me llamo Isa, mi padre es dueño del local, encantada- dijo dando la mano y yo se la cogí.
-Encantado, me llamo Dani, yo dueño de una guitarra poco mas- añadí mientras ella se reía.
-Te han pegado, pero el sentido del humor sigue intacto por lo que veo- se quedó mirando- bueno, ¿quieres denunciar a los chicos? Los porteros los han identificado, te puedo dar la información.
-No, no te preocupes, ya he tenido mas movidas con ellos por mi novia- me quedé callado y mire hacia el lado- ex novia.
-Bueno, yo lo de los compromisos no lo veo, después se acaba mal- dijo sin perder la sonrisa- ¿cantas?
-¿Qué?- la mire extrañado.
-Que si cantas, como tocas la guitarra- añadió.
-Bueno, algo, tengo mis letras propias y eso, pero nada importante- dije quitando importancia.
-Pues si cantas bien y quieres despejarte aquí al lado hay un bar que buscan un cantante o grupo para animar el tema- me quedé callado tras sus palabras- un gracias vendría bien.
-Si, perdona, muchas gracias no me lo esperaba- le sonreí.
-Me tengo que ir ya, pero toma mi numero si quieres hablar o quedar otro día- me dio una tarjeta- y tu deberías irte a casa para que ese ojo no se ponga peor, ponte hielo.
-Te hablaré, y gracias en serio- me acerqué a ella y le di dos besos.
-Chao Dani- nos despedimos y salí de aquella habitación.
Fui a la puerta principal, donde ya se podía a ver a gente saliendo, miré mi movil y vi que tenía varios mensajes y llamadas de María y Pablo, corriendo la llamé.
-"¿Donde estas? Me tenias preocupada"
-"Nada, estoy bien, me voy a ir ya para casa"
-"¿Ya?"- podia escuchar la música de fondo.
-"Si, Pablo te lleva a casa, si no dile que se despida del mundo"- tras decir eso ella se rió.
-"Vale, pues lo que tu decidas, ten cuidado, te quiero"
-"No te preocupes, y yo a ti, mañana nos vemos"
Me fui así hacia mi casa, mientras andaba saqué la tarjeta que me había dado la chica y la miré, "Isabel Rodríguez" y sonreí, mañana la llamaría y le daría las gracias por todo.
Nada mas llegar a casa me tumbé en la cama y me quedé dormido.

"Dicen que las cosas siempre ocurren por un porque, que todo tiene sentido, aunque nosotros no lo sepamos ver, quizás mi suerte empezara a cambiar, y había algo que me decía que todo iba a ir mejor, porque después de la tormenta, sale el sol"


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