lunes, 23 de marzo de 2015

Capítulo 24: No todo a de ser malo

-"¿Quien es?"
-"Perdona"- rió- "soy el amigo de tu madre, se ha despertado, y esta consciente"
-"Voy para allá ahora mismo"
-"Yo me quedo aquí hasta que llegues chico"
-"Muchas gracias de verdad"
-"No las des chico"- sonreí y después de despedirnos colgué.
Subí corriendo a mi casa y cuando entré busque con la mirada a Lucía, lo más rápido que pude la cogí entre mis brazos.
-Peque, que mama esta mejor- la abracé y sonrió.
-¿Vamos a ir a verla?- Se quedó sorprendida.
Antes de que yo contestara.
-Me alegro feo- levanté la vista y miré a Carmen.
-Gracias de verdad- sonreí.
Dejé a Lucía en el suelo y le dije que se vistiera, me acerque a Carmen.
-Pues ya esta, ¿no? Todo mejor- dijo Carmen-¿qué tal anoche?
-Bueno bien, la noche bien- sonríe- pero...
-¿Que pasa?- me acaricio la mano y las miré.
-Claudia se va.
-¿Como a donde?
-Del país la semana que viene, se va a Roma- se me quitó la sonrisa de la cara.
Me abrazó, no tardó mucho rato en salir Lucía, me separe y fui hacia a ella y termine de ayudar a vestirse, Carmen dijo que nos acompañaría y así fue los tres fuimos andando al hospital, pero no se me olvido mandarle un mensaje a Cladia "Cielo mi madre se ha despertado voy al hospital" y no tardó mucho en contestarme "Me alegro muchísimo mi niño, avísame si quieres que vaya" le conteste "vale, te quiero". 
Llegamos a la puerta y la abrí, mi madre estaba sonriendo mirándonos, mi hermana soltó mi mano y fue corriendo hacia ella, por un momento mi tiempo se paraba y podía ver una sonrisa en el rostro de una de las mujeres de mi vida. Me acerqué a la cama, mi hermana ya estaba abrazándola, la cogí de la mano.
-Mi niños- sonreí a mi madre al hablar.
-Te hemos echado de menos- le abracé.
-Mama ya vuelve q casa- dijo riendo Lucía.
Todo fue entre risas, mi madre se tendría que quedar algún tiempo en el hospital como dijo el médico pero ya era difente, le conté a mi madre todo lo Claudia y me dijo que no me preocupara que era joven y que disfrutara ahora. Saludó a Carmen entre risas y le recordó lo mucho que había cambiado y lo guapa que estaba mientras nos reíamos.

Era preciosa ver como por fin ella estaba despierta, un nudo en la garganta que tenía desde que entró en coma se me fue y por una vez estaba realmente feliz y no quise que esa escena se acabará jamás. Después de pasar parte del día decidimos irnos, pero estaba vez sabiendo que al día siguiente mi madre ya estaría en casa.


Capítulo 23: Un nosotros

Después de aquella noche nos despertamos, rodee su cintura con mi brazo y le día un beso en la mejilla.
-Buenos días pequeña- ella se movió despacio quedando hacia a mi abriendo los ojos.
-¿Por qué eres tan madrugador?- sonrió con voz de dormida.
-Hay que aprovechar el día- me puse encima apoyando mi cabeza en su hombro- pero si quieres de la cama no salimos.
-Tengo que ir a la ducha amor.
-Venga vamos- se rió.
-Yo tonto, tu no- la miré serio y le hice cosquillas- para o te muerdo eh.
-No serás capaz- seguí haciéndole cosquillas, me cogió de la nuca y me besó mordiéndome el labio inferior y se separó- vale sí eres capaz.

Nos reímos y hicimos el tonto por un rato más. Ella se levantó de la cama mientras yo seguía tumbado y miraba cada curva de su cuerpo mientras iba hacia el baño a ducharse. Mientras se duchaba me puse la camisa, me terminé de vestir y salí de la habitación a ver si había alguien, después de preguntar no obtuve respuesta así que los padres deberían haberse ido a su otra casa, así que fui a la cocina. Prepare unas tostadas con mantequilla mermelada y un café y subí a la habitación con ello en una bandeja. No tardó mucho rato en salir envuelta en una toalla, y miró la bandeja que estaba encima de su mesilla.
-Eres tonto, no tenías porqué- sonrió como una tonta.
-Necesitas energía y no me costaba nada hacerlo- me acerqué a ella y la abracé.
Nos separamos y se vistió.
-Dani, en serio eres genial- me abrazó.
-No más que tu enana- la besé.
-De verdad, se que una relación a distancia es dura, pero te quiero y quiero pasar mi vida contigo- ella estaba entre mis brazos.
-No voy a dejarte, porque sabes, me da igual la distancia, 1cm que 1000km eso no me impide quererte ni olvidarte y que sepas que te querré por cada km que nos separe.
-¿Quieres matarme de amor o que?- nos miramos y nos besamos tiernamente.
-Por y para siempre pequeña.
-Me parece bien- sonreímos.
Desayunó, bueno le di el desayuno y después de charlar un rato salí de su casa para ir a la mía, despidiéndome con un beso.

Había sido un día entretenido, aunque Claudia se fuera dentro de poco estaba viviendo momentos increíbles con ella, cada vez tenía más y más ganas de estar con ella, pero tenía unos cuantos problemas de los que preocuparme. Justo cuando estaba dejando la moto aparcada, mi móvil sonó, miré la pantalla y no reconocí el número, descolgué.
-"Hola"- dije
-"Buenas Daniel, tengo buenas noticias para ti"