sábado, 15 de agosto de 2015

Capítulo 30: Lia

Conduje hasta que ella me dijo que parara, nos bajamos de la moto.
-Joder que mal conduces, casi poto- dijo pegándome en el brazo.
-Si quieres hacerme daño ve al gimnasio porque así no haces daño ni a un niño chico- me miro enfurruñada.
-Va venga vago ven conmigo- tiró de mi mano por una calle.
-Tu lo que quieres es secuestrarme- se rió.
-Eso seria un martirio para mi-la cogi en brazos y le di vueltas- para, para.
-No ves si en el fondo me adoras- la deje en el suelo y nos reímos.
-Eres tonto chaval- sonrió- sígueme.
Fui a su lado y entramos en un edificio y fuimos al 5º piso, fue directa a una puerta y la abrió.
-Adelante- di un paso y entré mirando todo, y me quede de piedra.
-No me lo puedo creer, ¿y esto?- le dije señalando todo aquello.
-Bueno por lo visto compartimos aficiones.
Delante nuestra había una habitación de cristal insonorizada con una batería, varias guitarras, un piano y un micrófono. Me llevó dentro y cogí una de las guitarras con cara de niño pequeño ilusionado.
-Me ha dicho un pajarito que cantas muy bien y tocas algunos instrumentos, y yo bueno quería proponerte si querías que hiciera os una canción juntos- sonrió mirándome a los ojos.
-Esto es un sueño de verdad, me encantaría, muchísimas gracias- la abracé.

Estuve un rato tocando la guitarra y escribiendo una canción con ella mientras nos reíamos y hacíamos el tonto "En ese momento se me pasó el tiempo volando, la sonrisa no desapareció de mi cara". Pasamos allí todo el dia hasta que llegó la noche, recogimos todo dejándolo como al principio y la lleve en moto hasta su casa.
-Lo he pasado genial- le dije mientras ella estaba parada delante de mi moto y yo aun subido.
-Me alegro de verdad, y quien sabe a lo mejor nos hacemos hasta famosos- me dió un beso en la mejilla- eres un gran chico y no voy a dejar que estés mal.
-Gracias de verdad, yo tampoco voy a dejar que estés mal, avísame con lo que sea, buenas noches- le sonreí.
-Buenas noches Dani- me dijo mientras arrancaba y me iba alejando.

Llegué a mi casa y cogí el movil, ya que no lo había cogido en todo el día y tenía mensajes de María que decía "Dani te necesito", "Por favor Dani", "Dani contesta y como 18 llamadas perdidas, me quedé helado. Cogí el movil y la llamé, espere a que sonaran los primeros pitidos y saltara el buzón de voz, volví a llamar, el corazón me latía rápido.
-Dani- era la voz de María
-¿Que pasa?- le dije serio.
-Estoy en el hospital Dani, lo he perdido- me quede parado, mientras escuchaba como ella rompía en un grito roto.
-Voy para allá.
Me indicó la habitación colgué y fui directo con la moto al hospital, subí las escaleras hasta la 7º planta ya que estaba el ascensor ocupado y tardaba, estaba frente a la puerta y llame con cuidado a ella.
-Adelante.


martes, 4 de agosto de 2015

Capítulo 29: El primer día

La pequeña Lucia entró en mi cuarto y se subió a la cama, me abrazó y me dio besos en la cara, entreabrí un ojo y la vi y no pude evitar sonreír.
-Mi chiquitina-la abracé dandole besos y sonreímos.
-Eres el mejor hermano del mundo.
-Y tu la mejor hermanita pequeña del mundo- rió.
Mi madre se asomó por la puerta con una sonrisa.
-Mis dos campeones, anda vamos a levantarnos ya de la cama y los dos a desayunar.
Lucia solió corriendo hacia ella abrazándola, y yo me levanté y guárdela foto en la cartera mientras mi madre me miraba, Lucia fue a la cocina y yo me acerqué a mi madre y la abracé.
-Mi niño, se que no va a ser fácil, pero se que os queréis y que todo irá bien- me dio un beso en la mejilla mientras me acariciaba la cabeza.
-La quiero muchísimo mamá, y se que no puedo pedir mucho dinero para ir a verla, pero voy a ganar dinero e iré.
-Eso esta muy bien pequeño, pero mientras disfruta de la vida-nos separamos con una sonrisa.
Fuimos a la cocina y desayunamos, fui al cuarto, me cambie y mi movil sonó, lo cogí sin mirar el numero.
-"Ei, Hola Dani, soy Lia, espero que te acuerdes de mi Tutankamon"
-"Como me iba a olvidar yo de ti"- reí.
-"Me preguntaba si querrías quedar algún día y eso"
-"¿Contigo?"
-"No con un amigo para montarnos un trio no te jode.
-"Que buen humor tienes"- sonreí- "Bueno dime cuando y donde"
-"En la puerta de mi casa en una hora y trae la moto"
-"A sus ordenes señorita"- rió.
Nos despedimos y colgamos, me afeité, me peiné y baje a coger la moto.

No tardé mucho en llegar a la puerta donde la había dejado hace unos días, le mandé un mensaje en el que ponía "Baja ya estoy aquí" y no tardo nada en abrir la puerta y aparecer de nuevo aquella chica con una sonrisa enorme. Me bajé de la moto y le di dos besos.
-Que guapa estas.
-Gracias- me miró de arriba abajo- una pena que no pueda decir lo mismo.
-Oye- me quedé mirándolo serio.
-Porque no eres una chica- rió- vas muy guapo.
-Capulla- la abracé.
-Bueno venga sube a la moto que me vas a llevar a un sitio.
-¿Dónde? 
-Es sorpresa, tu sigue mis indicaciones- sonreí y acepte y subimos los dos en mi moto.






lunes, 3 de agosto de 2015

Capítulo 28: ¿Un adiós?

La noche había sido increíble, acabamos dormidos abrazados. Nos despertamos y la acompañe hasta su casa, la mire desde la puerta de su habitación mientras la veía correr de un lado para otro guardando las últimas cosas.
-Si en esa maleta no cabe ni un cuarto de tu ropa- le dije señalando una maleta.
-Tu eres tonto, tampoco tengo tanta, y además algunas cosas voy a donarlas- me acerque a ella y la besé agarrándola de la cintura.
-Al final me vas a hacer caso y todo-coloco sus brazos alrededor de mi cuello.
-Tengo que hacer caso al mejor- me besó- voy a echarte de menos Dani, más de lo que imaginas, quiero darte una cosa.
-¿El que?- se separó abrió un cajón y cogio una cosa, se acercó a mi dándomela.
-Para que te acuerdes de mi- era una foto donde salíamos de pequeños y ahora.
Sonríe como un tonto y la abracé.
-Jamás te voy a olvidar pequeña, eres mi vida entera de verdad.
Noté como ella pegaba su cabeza a mi hombro y empezaban a caer lagrimas, le besé la cabeza sin poder evitar que de mis ojos cayeran algunas lagrimas. 'Esto iba a ser mas duro de lo que imaginaba'

Los acompañé al aeropuerto llevando a Claudia de la mano, llegó la hora de embarcar y la abrace más fuerte que nunca, la llene de besos.
-Llámame cuando llegues- le dije casi sin voz.
-Te lo prometo, y tu nunca me olvides- me besó mientras la sujetaba de la cintura.
-Eso jamás, prometo ir a verte algún día- le dije quitándole las lagrimas de los ojos.
-Dani, te amo- me abrazó.
-Y yo a ti con la vida.
Se separó de mi mientras los padres se despedían de mi, la miraba desde lo lejos y solo puede despedirme con la mano y ella repitió mi gesto, no podía creer que se fuera tan lejos, iba a ser duro pero por ella haría lo que fuera.

Me fui a casa directo me tumbe en la cama y me puse a llorar como un niño pequeño mirando aquella foto que me había dado antes de marcharse