Cenamos tranquilamente y después de ver una película abrazados fuimos de nuevo a mi cuarto. Me tumbe y ella se puso encima mía.
-¿Sabes que eres perfecta?- me quede mirando esos ojos azules embobado y ella rió como una niña pequeña.
-Que va, tu si que lo eres- Sonreímos a la vez y nos besamos despacio. Yo repetí la misma acción de antes y le acaricie esta vez el abdomen. Ella sonrió y levantó los brazos, con cuidado le quité la blusa. Me incorporé y la bese con lengua mientras le acariciaba la espalda. Pasamos segundos así y deslice mi boca por su cuello, ella miro hacia arriba y cerro los ojos.
Ese momento fue perfecto, notaba como la temperatura aumentaba y me iba poniendo mas. Esta vez me puse yo encima tumbandola en la cama, recorrí a besos todos los cm que podía. Me acerque a su oído y le susurre:
-Te quiero.
-Y yo a ti pequeño.
Me acerqué a besarla y en ese momento sonó el timbre. Me levante corriendo de la cama y me puse la camiseta, ella hizo lo mismo. Los dos bajamos ya vestidos y abrimos la puerta.
-¿QUÉ HACES AQUI?- Los dos nos miramos era la madre de ella, la cogió de la mano y la sacó de la casa. Fui detras de ella, pero la madre me miro- No te acerques a mi hija ¿entendido?
Me quedé de piedra no sabia como reaccionar, ella gritaba mi nombre y yo no podía moverme.
Ví como se alejaba con el coche y me metí en casa.
Pasó un rato y marqué su número de telefono.
-Victor olvidame
-Pero...- y la linea se cerró, volví a llamarla pero no tuve contestación.