miércoles, 14 de octubre de 2015

Capítulo 33: Sí caes tienes que levantarte

Una curiosidad de Madrid a diferencia del Sur es que cuando entra septiembre hace frío de verdad. Vestido con una sudadera roja, unos vaqueros y las vans, me voy a Callao. De las cosas que mas me gustaba de Madrid eran sus calles largas sin ninguna pérdida. Cuando estaba subiendo por la salida del metro de Callao un chico me paró, tenía barba y aparentaba mas o menos mi edad.
-Oye tío, esta noche es la fiesta de inauguración de Kapital, pásate y llévate a gente- y me dió un folleto.
De la misma forma que se había acercado se apartó siguiendo a otros chicos mas que pasaban por allí.
"Me parecía una gran idea, necesitaba despejarme, y ¿que mejor que una fiesta?" Mande por el grupo de wha de mis amigos si tenían planeos o se apuntaban a ir. Después de un rato de discusiones María y Pablo decidieron venirse conmigo mientras que los otros decidieron hacer otros planes. Les hable por un grupo que teníamos los tres solos.
Yo: Esta noche Kapital a las 11, María no vayas muy deslumbrante
María: Ntr no destacaré mucho.
Pablo: Siempre lo haces pero tkm.
Yo: Va venga chicos vestiros quedamos a las 10 en casa de María.

Los dos aceptaron esa propuesta. Nos tiramos la tarde hablando y yo ignoraba las llamadas de Claudia, estaba tirado en mi cama. Hasta que entró Lucia en mi cuarto con el teléfono en la mano.
-Dani, Claudia quiere hablar contigo toma- me pasó el teléfono y respire hondo.
-¿Que pasa?- dije con tono serio
-Dani no me has dejado explicarte- la interrumpí.
-No necesito saber mas Claudia, te lo tiraste, lo siento pero tengo que pensarme lo de seguir o no, mientras tanto no estamos si quieres irte puedes- esas palabras me dolieron mas incluso a ella.
-Vale, lo entiendo y lo siento, estaré esperando una respuesta- suspiré.
-Y no me llames mas, por favor.
-Vale, te quiero- la colgué al pronunciar la ultima palabra
Esa noche iba a salir y nadie me lo iba a fastidiar.

Me costaba algunas veces hasta respirar por culpa de ese nudo que no se iba, no estábamos pero aún seguía queriendo a Claudia, la quería más que a mi propia vida, pero hoy iba a ser mi día y solo pensaría en mi, me había hecho mucho daño.
Me vestí poniéndome una camisa azul, unos pantalones beis y las Panamá, esa noche seria una gran noche.


No hay comentarios:

Publicar un comentario